AMD tuvo un excelente año con el lanzamiento de Ryzen, y el boom de la minería agotando el stock de todas sus tarjetas gráficas durante la primera mitad del año, llevando un aumento considerable en sus acciones.

En el último mes el valor fue subiendo desde U$S 12,70 hasta un tope de U$S 14,25 el 24 de Octubre, comenzando a caer desde ese día hasta el valor actual de U$S 10,87 al momento de escribir esta nota, una caída del 31% en menos de 10 días, lo cual preocupa a los inversores de AMD.

La principal causa de esta disminución es la esperada reducción de un 50% de ventas en GPU en 2018 frente a lo vendido en 2017, según indica un reporte del analista Joseph Moore, debido al fin del boom de la minería debido al aumento de dificultad en el minado, lo cual llevó a muchos usuarios a dejar de comprar gráficas, y a evitar que mucha gente comenzara con esto, perdiendo muchas ventas.

Además Moore predice una caída de otro 31% con las acciones rondando los U$S 8 a fin de año, volviendo casi a lo que valían antes del lanzamiento de Ryzen y Vega, lo cual quiere decir que AMD no mejoró económicamente aún siendo competitiva de nuevo en el mercado de procesadores.

Esto seguramente esté revolucionando los interiores de AMD, ya que habían logrado un aumento del 141% en Febrero de 2017 frente a Noviembre de 2016, y aunque hubo varias fluctuaciones luego de algunas noticias como el retraso de Vega, se fueron recuperando con cada anuncio en el segmento de procesadores, pero parece que ahora no hay nada que pueda salvar a AMD hasta el lanzamiento de Ryzen 2 en 2018, por lo que la empresa deberá replantearse como seguir si quiere evitar que su valor baje aún mas.